Id por todo el mundo y traer las buenas nuevas de gozo a todos mis corderos, dice el Señor.
Apacienta mis corderos y alimentar a mis ovejas con el alimento
espiritual de mis palabras que están llenos lleno de inspiración,
capaces de reavivar la alegría en sus corazones.
Ahora ya estáis limpios por las palabras que yo os he hablado, dice el Señor.
Venga, pongamos las cosas, dice el Señor, si vuestros pecados fueren
como la grana sin embargo, serán purgados y que se harán más blanco que
la nieve.
El que oye mis palabras y las hace, será purgada de todo juicio e
iniquidades y permanecerá santos y sin mancha delante de mi trono, dijo
el Señor.
Bienaventurados todos los que escuchan mis palabras y las hace, dice el Señor; porque ellos ser hijos del Altísimo, y habitaré en la casa del Señor para siempre. Amén.